






























la casa de Natalia y Fernando
La incorporación de vegetación fue una de las premisas de comienzo de proyecto y determinó de tal manera el mismo que se encuentra mimetizada como un material más o quizás casi como un habitante más.
Lugares como el jardín de la ducha, o esa segunda piel del comedor, surgieron felizmente en esa búsqueda.
La calidez de la madera se ha convertido en la otra protagonista en cada uno de los espacios de esta casa.
Trabajamos sobre una vivienda de obra nueva recién entregada y teníamos dos condicionantes inamovibles: ventanas y suelo.
El reto era que todos los nuevos elementos y la nueva distribución dialogaran con ellos de manera que no se distinguieran las diferentes procedencias.
Obra realizada en el barrio Pacifico en Madrid.