la casa de Ana y Felix

Un espacio que respira armonía y en el que la calidez del cerezo toma el protagonismo.

La decisión de mantener la antigua puerta de la cocina marcó el inicio de un diálogo perfecto entre lo nuevo y lo antiguo en esta reforma.

Gracias al acabado de la madera elegida, la nueva cocina se integra de forma natural en el conjunto.
La altura del espacio permitió jugar con un almacenamiento a medida optimizando cada rincón, incluso sacando el partido de la geometría diagonal.

Obra realizada en el barrio de La Paz en Madrid.