la casa de alquiler de Pedro

Una vivienda mínima pensada a lo grande, compacta, pero con alma en cada rincón.

Cada centímetro ha sido diseñado con intención, sin renunciar a la calidad ni al carácter.

El espejo enmarcado enlaza cocina y comedor, ampliando visualmente el espacio.

Se recupera el ladrillo visto en uno de los muros y se restauran las ventanas originales de madera con mimo, respetando la historia del lugar.

Los suelos, en trama de espiga de madera y porcelánico tipo hidráulico, y los sanitarios de líneas clásicas, completan un conjunto que respira pasado y precisión contemporánea.

Obra realizada en el barrio de Chamberí, Madrid.